¿Qué es el burnout? ¿Sabes si lo padeces?

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Alisa Kravtchin

Alisa Kravtchin

Content Writer

¿Te sientes agotado/a mental y físicamente? ¿Desmotivado/a y con sensación de fracaso a nivel profesional? ¿Ha disminuido tu rendimiento laboral? Puede ser que sean síntomas de burnout. El término burnout se originó por primera vez en 1974 cuando Herbert Freudenberger escribió un libro titulado: Burnout: The High Cost of High Achievement. En él, describe el burnout como “un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés y el sentido de responsabilidad en su trabajo, pudiendo tener consecuencias serias para la persona que lo experimenta”.

Hoy en día, muchas personas se ven afectadas por el burnout sin saber que lo padecen y, por tanto, sin saber cómo afrontarlo. Esta condición se puede presentar en cualquier profesión, y va manifestando sus síntomas de manera progresiva. Con el fin de prevenir el desarrollo de la misma, es muy importante identificar sus primeros signos. En este artículo, definiremos el burnout y te ayudaremos a reconocer dicha condición. 

¿Qué es el burnout?

Técnicamente, el burnout no es un diagnóstico independiente en sí mismo, pero está altamente relacionado con la ansiedad y con la depresión. Normalmente se describe como una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del rendimiento personal.

¿Qué lleva a que nuestra sociedad conviva con el burnout? En la actual cultura laboral, la cual es competitiva y exigente, cada vez más personas se enfrentan al burnout. A las personas de todo el mundo les resulta difícil conseguir trabajos de calidad que les motiven. Incluso si les gusta el trabajo en sí mismo, muchas veces los salarios son bajos y las horas de trabajo resultan extenuantes, por lo que el equilibrio entre la vida laboral y la personal entra en conflictos la hora de conciliar las diferentes áreas vitales del individuo.

La ansiada búsqueda de dinero y éxito suele llevar a las personas a trabajar en exceso en empleos que detestan o con los cuales no se sienten mínimamente realizados, lo que conlleva diferentes niveles de agotamiento.

La psicóloga de Wemby Soraya Vivancos señala que es importante diferenciar entre el estrés laboral y el burnout: "El estrés laboral es una aportación extra de energía que nos ayuda a afrontar nuevas situaciones, aunque estas reflejen un cierto nivel de amenaza. El burnout ,en cambio, es el exceso de estrés mantenido en el tiempo, que provoca un aumento de cortisol, el cual se traduce en un impacto negativo sobre nuestro cuerpo y nuestra mente.”

Si te sientes desmotivado/a, no estas agusto o presentas una falta de entusiasmo general y bastante apatía respecto al trabajo que desempeñas puede estar relacionado con la problemática que estamos hablando.

El estrés laboral continuado, como hemos visto, puede ser el origen del burnout, pero puede pasar desapercibido y es posible que la persona tan solo identifique que se siente incapaz de tomar decisiones a nivel laboral, está desmotivado/a con todo lo que está relacionado con su trabajo hasta el punto de sentir que lo que hace es una pérdida de tiempo, o incluso sienta que la química con su equipo es inexistente. La acumulación de todos estos sentimientos junto con el estrés puede ser un caldo de cultivo para desarrollar problemas de ansiedad, depresión, insomnio e incluso burnout. Son condiciones que generan un malestar en un área esencial en la cual invertimos gran parte de nuestra vida y cuya finalidad más allá de lo económico debería estar orientada a contribuir a nuestra satisfacción, y por ende nuestra realización personal. 

¿Cómo detectar el síndrome del trabajador quemado (a)?

Para ayudarte, hemos reunido algunas preguntas que puedes hacerte para saber si tienes burnout:

  • ¿Todos los días son malos? ¿Estoy siempre cansado/a?
  • ¿Mis compañeros/as de trabajo me caen peor que antes?
  • ¿Estoy más irritable? ¿Soy más cínico?
  • ¿Mi productividad está por los suelos? 
  • ¿Me cuesta concentrarme?
  • ¿Las actividades han dejado de ser divertidas para mí?
  • ¿He abandonado mis aficiones habituales?
  • ¿Tengo dolor de espalda, tensión muscular o problemas para dormir?
  • ¿Me duele la cabeza o el estómago con frecuencia?

Si tienes más de 5 respuestas afirmativas respecto a los síntomas anteriores, es posible que estés afrontando una situación de agotamiento físico, mental y emocional. Incluso si los síntomas son leves actualmente, es probable que si se mantienen empeoren con el tiempo.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Soraya nos da una lista de consejos que nos pueden ayudar a prevenir el burnout, pero en el caso de que experimentes cierto malestar recurrente, que se mantiene desde hace un tiempo y que te limita y/o afecta en tu vida personal, no dudes en acudir a un/a profesional de la salud mental:

  1. Ten claros tus objetivos laborales.
  2. Reconoce tus propias emociones y aprende a gestionarlas. 
  3. Identifica cuáles son tus puntos fuertes y débiles.
  4. Cuida tu diálogo interno. Cuando nos criticamos constantemente a nosotros mismos y a los demás, se produce un fuerte malestar emocional. Es importante que aprendamos a aceptarnos tal y como somos.  
  5. Pon límites. Di no cuando realmente quieras decir no. Trabaja sólo dentro de tu horario de trabajo. Debes saber cuánto debes descansar cuando es el momento de hacerlo. 
  6. Limita la cantidad de tiempo que pasas con tu teléfono móvil, especialmente cuando se trata de asuntos relacionados con el trabajo. 
  7. Haz ejercicio. Hacer ejercicio es una medicina natural. Ayuda a reducir el nivel de cortisol que conlleva el síndrome de burnout y genera endorfinas, que nos ayudan a sentir una sensación de bienestar. 
  8. Organizarnos tanto por prioridades como por objetivos a corto, medio y largo plazo puede ayudarnos. Nos ayuda a no olvidarnos de tomar descansos. Nos ayuda a no pasar demasiado tiempo haciendo la misma tarea para no entrar en una dinámica monótona.  
  9. Ver la perspectiva general de la situación de forma personal puede ayudarnos a ver la situación de forma diferente, así que pregúntate:
  • ¿Qué estoy haciendo? ¿Cuáles son las consecuencias de mis acciones? 
  • ¿Qué quiero y espero recibir? 
  • ¿Qué elementos son favorables y cuáles desfavorables? 
  • ¿Qué elementos internos añaden valor a mi vida y cuáles le restan valor? 

Haz una última reflexión final, piensa en cómo era tu vida antes de empezar a sentirte como te sientes ahora. Si antes eras más feliz o te iba mejor en ciertos aspectos, recuerda que la vida está llena de momentos positivos, pero también de aquellos que no lo son tanto. Sin embargo, estos altibajos son transitorios, y en tu mano siempre estará el poder conseguir nuevos objetivos que te aportarán bienestar de diferentes maneras, algunas sumamente gratificantes e inolvidables.

No obstante, si te resulta complicado ver qué estrategias implementar o simplemente te cuesta ver la luz al final del túnel, insistimos en que tan solo la lectura de ciertas guías puede que no sea suficiente. Ponte en manos de un/a profesional de la psicología que te ayude a encontrar las herramientas necesarias para superar los desafíos en los diferentes ámbitos personales. No olvides que “el sol siempre brilla tras la tormenta”. 

Wemby proporciona terapia online y servicios de bienestar mediante psicólogos con experiencia. Nuestro equipo está aquí para ayudarte a construir equilibrio y bienestar emocional, desde hoy mismo.

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