El suicidio es una de las principales causas de mortalidad en el mundo, superando a los accidentes de tráfico o a los homicidios. Desde la Organización Mundial de la Salud nos informan de que más de 700 000 personas al año mueren por suicidio. Además, por cada 10 suicidios consumados se estiman 20 intentos. La ola de sufrimiento va desde las propias personas afectadas hasta sus familias, sus conocidos cercanos o su entorno laboral.
¿Quién está en riesgo?
La relación entre el suicidio y ciertos problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, o el burnout es clara. Sin embargo también puede suceder de manera impulsiva, por la incapacidad para gestionar momentos de mucha angustia, soledad o estrés agudo. De la misma manera, también influyen la desesperanza o la apatía, el grado en el que la persona afectada ve solución o alternativas al problema que tiene en el momento o las fuerzas que tiene para superarlo.
Uno de los factores de riesgo que mejor predice la conducta suicida son los intentos previos fallidos y las autolesiones. Desde la Comisión de Salud Mental de Canadá han elaborado un Plan de Prevención del Suicidio en el Ambiente Laboral. Explican que cuanto más preparado esté el plan de suicidio, esto es, cuanto más concreto sea (¿Cómo lo voy a hacer? ¿Cuándo?...) más probabilidades hay de que se lleve a cabo.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el mayor número de fallecimientos en cuanto a la edad se produjo en la franja de los 30 a los 39 años, seguida por la franja de 50 a 54 y de 45 a 49 años
Mes de concienciación sobre la prevención del suicidio
Aunque pueda parecer contraintuitivo, es importante hablar del suicidio para prevenirlo. Si se habla sobre ello de la manera adecuada, mediante la desestigmatización, se puede detectar algún caso y proporcionar las estrategias apropiadas para afrontarlo. Es por esto que septiembre es el mes oficial para la concienciación y prevención del suicidio. Es el momento de unir fuerzas y trabajar duro frente a un problema que afecta a toda la sociedad, ya que escribir un mensaje, leer un artículo o preguntarle a alguien “¿Cómo estás?” puede cambiar completamente el curso de una vida.
Sucesos recientes
Desde el periódico The Washington Post nos hablan de los datos recientes respecto a este tema. Los pensamientos suicidas han aumentado desde la pandemia, un 11% en todas las edades y hasta un 25.5% en los jóvenes adultos. Explican algunos trágicos casos de personas que cumplían con varios factores de riesgo por las que no se pudo llegar a hacer nada ¿Es culpa del sistema? ¿Se puede trabajar más a fondo en las labores de prevención?
¿Cómo puedo prevenir esto desde mi organización? - Estrategias de prevención del suicidio
1. Busca señales de alarma
Como hemos mencionado previamente, existen varios factores de riesgo que pueden servir como alerta de que algo peor va a suceder en un futuro cercano. Por ejemplo, los intentos previos recientes, las conductas autolesivas o momentos de mucha desesperanza, incertidumbre o estrés. Desde las organizaciones se pueden diseñar protocolos para identificar estas señales lo más pronto posible mediante evaluaciones periódicas de la salud mental.
En Wemby realizamos un asesoramiento inicial del problema, más adelante asignamos el profesional adecuado para cada usuario y diseñamos un plan a medida. Este proceso se revisa constantemente y cuando termina ofrecemos analíticas y un reporte final de nuestro trabajo.
2. Habla del suicidio
En ocasiones se trata el suicidio como si fuera un tema prohibido, pero es necesario hablar de ello, lo único que tenemos que hacer es contar la información adecuada. En el periódico The Conversation explican cómo evitar el temido “efecto llamada”.
- Explicar el suicidio como una “solución” definitiva a un problema temporal. Es decir, no resaltar las connotaciones positivas de alivio de la persona que fallece si no el dolor y la permanencia del suceso.
- No hablar de los métodos que se utilizan. Concretar esto con detalle sí puede ser potencialmente peligroso
- Exponer los factores de riesgo de cara a elaborar un buen plan de prevención.
- Abordar la multicausalidad del suicidio: no se trata de tener un momento difícil, las personas que llegan a este extremo normalmente ven afectadas muchas areas de su vida de manera compleja: el trabajo, la familia...
3. Crea un plan específico para la prevención del suicidio en tu empresa
Desde tu empresa puedes ser clave para prevenir algunos casos y de esta manera salvar vidas. Aquí dejamos algunas pautas concretas que te pueden ayudar:
Utiliza aplicaciones para la prevención del suicidio
Existen aplicaciones concretas que se pueden utilizar en estos casos, incluso teléfonos de emergencias a los que se puede acudir las 24 horas del día:
- Prevensuic es la primera aplicación desarrollada en español para la prevención del suicidio
- La virtual hope box es una aplicación diseñada para el uso de pacientes y sus terapeutas como apoyo en el tratamiento. Proporciona herramientas que pueden ayudar a manejar algunos problemas, la relajación, la distracción o el pensamiento positivo.
Promueve el autocuidado en todos los niveles
El autocuidado puede ayudar a prevenir la desesperanza y mejorar la autoestima, de hecho forma parte de los beneficios de la terapia de calidad online that Wemby offers.
Elabora un plan de seguridad para casos graves
Si llegas a detectar un caso grave o de riesgo inminente es de vital importancia que acudas a un equipo de profesionales que te puedan ayudar. El plan de seguridad debe incluir teléfonos concretos de personas a las que acudirás si tienes pensamiento o intención de cometer el acto pronto, además de otras estrategias y acciones concretas que te serán de ayuda en ese momento, como mencionan en este artículo.
Contacta con un equipo de profesionales
A pesar de tener en cuenta todos las pautas necesarias, y de la importancia y efectividad de las mismas, el suicidio sigue estando presente en nuestro día a día, dada la magnitud y el alcance del problema que existe en la sociedad actual. No hay nada tan apropiado como contactar con un equipo de profesionales suficientemente cualificados que te puedan ayudar a ti y a tu organización en el menor tiempo posible.
Sobre la escritora

¡Hola! Soy Laura Lillo, psicóloga forense sanitaria. Creo que actualmente la psicología es un lujo, y no debería ser así. He trabajado en proyectos con niños en riesgo de exclusión social, así como en prisiones. Esto me ha enseñado la importancia de la formación y la mejora constante como persona y como terapeuta.
Si no me encuentras cocinando, dibujando o cantando, lo más probable es que esté jugando a algún juego de mesa. Actualmente estoy aprendiendo y escribiendo contenido para Wemby, una plataforma de psicología online, y en mis fines de semana soy Game Master en Exit Madrid, una empresa de juegos de escape.